Punto cero de la existencia; la presencia oculta de Dios en el nacimiento del universo

En el nombre de Dios, el Más Compasivo, el Más Misericordioso. Cuando el universo vino a existir con el Big Bang hace aproximadamente 13.8 mil millones de años, era extremadamente caliente y denso. En esos primeros momentos, la inmensa energía del universo hizo que emergieran partículas de materia y antimateria. La materia y la antimateria son como gemelos opuestos; por ejemplo, si la materia tiene una carga eléctrica positiva, la antimateria tiene una carga negativa. Los científicos que trabajan en centros de investigación como la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) dicen que se crearon cantidades casi iguales de materia y antimateria en ese momento.
A medida que el universo se enfrió, solo unos pocos microsegundos después del Big Bang, la materia y la antimateria comenzaron a colisionar. Cuando estos dos se encuentran, se aniquilan y se convierten en luz o energía. Como era de esperar, estas colisiones deberían haber destruido todo, dejando solo luz en el universo. Sin embargo, hoy vemos que el universo está lleno de materia, como estrellas y planetas. Por lo tanto, algo debió haber causado que una cantidad mínima de materia permaneciera más que la antimateria.
Los científicos creen que hubo una diferencia muy ligera entre la materia y la antimateria que permitió que la materia persistiera un poco más, y se dice que se produjeron varias partículas de materia más que de antimateria. Esta diferencia se conoce como «asimetría». Experimentos en lugares como el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) han mostrado esta diferencia en ciertas partículas; sin embargo, aún no entendemos completamente por qué nuestro universo está tan lleno de materia. Este es uno de los grandes misterios de la ciencia que los investigadores aún están estudiando.
Ahora, aquí hay una proposición:
Imagina que el universo no tuvo creador y fue el resultado de un accidente; en ese momento de la aparición de la materia y la antimateria, se habrían aniquilado entre sí, y no existiríamos. Nuestra existencia implica que en el momento de la creación del universo, un observador externo intervino activamente para evitar que la materia y la antimateria se neutralizaran, permitiéndonos venir a la existencia. En este momento de creación, el efecto y la huella del Creador del universo son muy evidentes, y las narrativas ateas no pueden responder a esta cuestión que surgió en el momento de la creación. La respuesta a esta pregunta es simplemente una cosa: Dios existe.
En el libro sagrado de los musulmanes, el Corán, en la Surah Qaf (50:15), Dios Todopoderoso ha declarado:
Acaso fui incapaz de crearlos en primera instancia, que ahora soy incapaz de resucitarlos? Más bien, están confundidos acerca de una nueva creación después de su creación anterior. 

En el libro sagrado de los musulmanes, el Corán, en la Surah Ghafir (40:57), Dios Todopoderoso ha declarado

La creación de los cielos y de la Tierra, tanto como su grandeza e inmensidad, son superiores a la creación de la humanidad, por lo que Quien los creó a pesar de su grandeza, tiene el poder de resucitar a los muertos de sus tumbas, hacerlos rendir cuentas y recompensarlos según merezcan. Pero la mayoría de las personas lo ignora, por lo que no lo considera ni lo estima como una prueba de la resurrección, a pesar de ser tan clara
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